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Sabe

Con la reciente aparición del libro de Sabe, desde mnt le han hecho esta entrevista:


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¿Cómo ha cambiado el graffiti desde que empezaste?
Antes, cuando yo empecé a pintar, había, ya sabes como en NYC, reuniones de escritores en los andenes, muchos escritores, 30 o 40, que se reunían en las estaciones subterráneas para tirar fotos, bocetear, compartir tags… Era más abierto.
Pero ahora hay mucha mierda circulando. Demasiados escritores hablando más que pintando. Quiero decir que ahora hay muy buenos escritores también, pero también más mamones.
A parte de pintar… llevas tatuando 14 años…
Sí, me inicié en el tatuaje gracias al graffiti, pero para mi son dos cosas muy distintas. Si no hubiera pintado no hubiera tatuado, por supuesto. Me ayudó mucho con el tema de los colores, las letras, las sombras y los trazos.
Cuando empecé, el tipo que me enseñó veía la forma en la que lo hacía y trataba de enseñarme a su manera. Desde luego aprendí muchísimo, pero de alguna manera también le enseñé yo debido a mi trasfondo de escritor.
Mucha gente no sabe lo grande que es esa comunidad hasta que se dan cuenta…
¿Intentas mezclar ambos mundos?
Por supuesto que los mezclo, los dos. Pero el tatuaje está destinado a la piel de las personas y no puedes hacer cualquier cosa sobre la piel de los demás. El graffiti es libre, puedes hacer lo que te de la gana. El tatuaje es lo que hace que me gane la vida y evidentemente es genial poder vivir de algo que te gusta, pero es un trabajo.
¿Planeas exhibiciones?
Intento viajar tanto como puedo. Hace cinco o seis años empecé a cansarme de mi ciudad (Copenague), los mismos muros, la misma gente… ya sabes, todo. Empecé a sentir bastante angustia interior, así que decidí viajar para encontrarme con la belleza de diferentes ciudades. Eso me hace tener más energía y conocer gente diferente…
Los trenes son un punto importante en tu graffiti… ¿Qué significan para ti?
Para mí, el graffiti real está en los trenes. Es como ir ahí, con la locura, en poco tiempo, y ver el tren en circulación. Pintar muros, hacer throw-ups… está bien, pero no es lo mismo.
Para mí, toda la experiencia es buena. La foto es un extra. Si no tienes la foto, mal, pero al menos sabes que lo hiciste con tus amigos. Estuviste ahí, lo planeaste y lo hiciste. Y el día después, no importa lo que pase, tendrás una sonrisa en la cara.
¿Puedes explicarnos lo importante que es para ti ver el panel circulando?
Es importante porque está vivo, va desde el punto A al punto B. Con un muro la gente tiene que ir a verlo… con un tren no importa si la gente quiere verlo o no, el irá a ellos y volverá en su cara.
Hice muchos trenes sólo por hacerlos. A diez metros del lavadero… pero los hice.
¿Qué cualidades admiras de un escritor?
Originalidad. Y el hecho de pasar un buen rato. Sé que todo el mundo tiene influencias de todo el mundo, pero puedes hacerlo por ti mismo. Tratar de poner algo propio.
Para mí el graffiti es un mundo aparte. Puedo relajarme, sin jefe, sin reglas… pintamos lo que pintamos y nos divertimos.
¿Modelo de tren favorito?
La peor cosa que ha sucedido en la historia del graffiti danés es el cambio del viejo S-train al nuevo. De los trenes más bellos a los más feos. Existe la teoría de que los tipos que diseñaron el nuevo modelo de S-train lo hicieron para joder a los escritores de graffiti. Yo no lo creo.
Es feísimo, es como una salchicha. Conozco algunos escritores que no quieren pintar este modelo ya que los trenes son curvados y no se pueden pintar cómodamente.
Hay que pintar bien grande para que la pieza parezca recta y si pintas desde andén, la pieza tienen que ser flotante.
En general me gustan muchos modelos de trenes…
Últimas palabras.
¡A seguir en marcha!