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JAIME ALEKOS: FOTOGRAFÍAS DE UNA NOCHE SUBTERRÁNEA

Copio y pego:

Quizás la meditación esté más conectada con mi obra. Llevo año y medio haciendo fotos con exposiciones de un mínimo de 30 segundos. Ese espacio de tiempo entre que el obturador se abre y se cierra lo aprovecho para meditar, para intentar traer la mente de vuelta a casa en vez de dejar que vague por ahí.”  Jaime Alekos



Medio chino, medio español, la vida de Jaime Alekos fascina a todo aquel que conoce sus antecedentes biográficos, especialmente por cómo fue capaz de recobrarse tras un serio aviso. No estamos hablando de sanciones por viajar sin título de transporte, ni me refiero a palos somantas grescas detenciones por burlar controles de seguridad. “Escribí mi nombre en la calle tantas veces como pude en todas las ciudades a las que pude llegar y de todas las formas y medios posibles. Tuve muchos marrones...”

Hay momento crucial que supone la ruptura de su propia autobiografía: El impacto psicodélico que desafió su identidad, quedando su historia suspendida en un pasado redundante, circular. Desbordado por las circunstancias, Jaime me confiesa que consiguió encontrar un hilo, una nueva dirección artística. Desde entonces, que me envenenen si sé de lo que hablo, vive en un universo de palinginesia, anamorfosis de registros corticales que circulan entre sueños secos, pues inumerables grietas son las que hoy nos muestra con su serie fotográfica de túneles.



Su pasión por los químicos de nueva ola sugiere que estamos con una persona especial, cuyo  singular estilo artístico (él define su fotografía como Gonzo Contemplativa) le permite desarrollar una visión cuya novedad y frescura está cautivando al mundo profesional. Alekos retrata la percepción de los fenómenos internos con una estética tecnológica que introduce paisajes de otros planos, acontecimiento casi místico que se esconde en el dedo largo de la noche.

Imágenes extraordinariamente serenas que nos informan de los paisajes silenciosos de la naturaleza humana. No hablamos ya de fotografía, sino de su particular traducción del movimiento de la luz, energías que, por cierto, te enchufan de irrigación fosfonémica (*)

Jaime. Créeme si te digo que tu obra parece transportarnos a ese mundo misterioso que todos los niños urbanitas deben visitar como sonámbulos. En No Shelter (2010), proyecto en colaboración con Alejandro Marcos, tus fotografías van acompañadas por un relato corto que nos introduce en la atmósfera de aquellos lugares, un refugio de galerías, silencios, soledades… Hablános de aquello.

Hace dos años estábamos un grupo internacional de unas veinte personas en Turín con una beca haciendo un taller en la Scuola Holden -la escuela de Alessandro Baricco-. El grupo eran principalmente escritores, aunque había alguien que hacía video documental y también estábamos un par de fotógrafos. Teníamos que formar grupos heterogéneos y hacer un proyecto dentro del tema "urban storytelling". Tuvimos la suerte de que gente local nos enseñara la ciudad durante varios días para buscar inspiración. Aún así yo me estaba agobiando porque no conseguía interesarme o identificarme con nada de lo que nos enseñaron, hasta que bastante al final nos bajaron a este refugio antiaéreo de la Segunda Guerra Mundial. Todavía me acuerdo de la sensación de estar ahí, fue una conexión rápida y fuerte. Más que la historia del sitio lo que me interesaba era el simbolismo y la atmósfera. A Alejandro (Marcos) también le gustó y volvimos al día siguiente, ya sin el bullicio del grupo. Estuvimos un buen rato en silencio, recorriéndolo, Alejandro tomaba notas y yo hacía fotos. Volvimos a la escuela, seleccioné seis fotos, y mientras las iba editando, Alejandro construyó a partir de ahí y de sus notas los micro-relatos.

¿Cuándo decidiste dedicarte al mundo del arte?

De chaval todo apuntaba a que iba a ser informático, soy bastante geek y me pasaba el día delante del ordenador picando código por gusto. Empecé a trabajar de analista con 17. Lo dejé porque no me hacía falta el dinero y cuando me fui de casa volví a trabajar. Entré  a currar en un banco y el primer día tuve un rechazo visceral tan rotundo que al segundo día avisé de que me marchaba. Todavía no se si fue por el banco, por tener que llevar traje o por las dos cosas a la vez. Me quedé una semana para no dejarles colgados y no me enteré de que el viernes podías ir en vaqueros; y ahí estaba yo, el único en la oficina con el maldito traje. Por aquel entonces no sabía qué quería, solo sabía que tenía que marcharme de allí. Aguanté explotado en varios trabajos basura para pagar el alquiler…

Ya…

Y durante un año trabajé de vigilante de seguridad. Si aguanté tanto fue porque mi jefe de equipo es una de las personas más grandes con las que me he cruzado en la vida: Cuando la empresa mandaba vigilantes violentos, los echaba bien rápido, había buen ambiente a su alrededor. Pero vamos, estaba claro que mi sitio no estaba ahí. Me da que tampoco decidí marcharme conscientemente:  empecé a ponerme malo por las noches, me entraba fiebre y en cuanto llamaba para avisar de que no iba a poder ir a trabajar, se me pasaba. Volví a hacerle caso al cuerpo y lo dejé.

¿Cómo sucedió eso?

Fue una época de desorientación total. Me gustaba hacer fotos desde hacía un tiempo y empecé a usar la cámara como una herramienta a veces para purgar, a veces para conocerme mejor. Después de eso seguí buscando mi sitio, ya desesperadamente, en el graffiti; tampoco lo encontré pero seguí haciendo fotos y la fotografía fue cogiendo más importancia en mi vida. Ahora  estoy invirtiendo más tiempo en trabajar hacia dentro y conocerme. La cámara me ayuda, es un trabajo terapéutico, mis procesos con la foto actuales tienen mucho de realización simbólica. Contestando a tu pregunta, no sabría decir hasta que punto lo elegí yo o vino con el pack.



¿Cuáles serían tus referentes pictóricos u otros vínculos del arte a la hora de crear tu obra fotográfica?

Vivir en un entorno tan invadido y saturado por la publicidad ha hecho que me vuelva algo insensible visualmente. Dedico bastante tiempo más tiempo a escuchar música e investigar grupos, productores y sellos nuevos que el que le puedo dedicar a disfrutar obra visual. Pero bueno, me gustan mucho Andy Goldsworthy y Aron Wiesenfeld. En foto Jesús Micó, Isabel Tallos, Jean François Lepage, y luego algunos de los grandes: Gregory Crewdson, Andreas Gursky, Ansel Adams… En PHotoEspaña conocí a un fotógrafo de skate que me flipa, David Girón. Y es una suerte tener cerca a gente del talento de Falansh, Alberto Depedro, Sue, Rosh o Bárbara Butragueño, aunque seguramente la persona que más influencia ha ejercido sobre mis fotos es mi amiga y fotógrafa Ana Martínez.

Por cierto ¿qué efectos destacarías de la experiencia psicodélica en el nivel puramente creativo?

Conozco artistas visuales que pueden crear estando bajo los efectos de los psicodélicos. Hace poco un amigo ilustrador me contaba que habiendo tomado 2C-B estuvo dibujando las visuales que le iban apareciendo directamente en el papel. Por suerte o por desgracia mi flujo de trabajo creativo requiere que esté sobrio y mis tomas de psicodélicos van más orientadas a viajes introspectivos y a intentar conseguir material que me permita trabajar después sin tener que depender de estar bajo los efectos.

En tu experiencia personal ¿de qué modo crees que te han influído?

El MDMA me ayudó con la depresión. Después de llevar ahí abajo toda mi adolescencia, me enseñó todo lo feliz que podía llegar a ser, algo que realmente desconocía; siempre estuve intentando salir de estas etapas a base de prueba y error pero nunca supe muy bien por dónde era y el MDMA marcó una coordenada bien clara en el mapa. También me ha enseñado a escuchar música más allá de los conceptos, a entenderla con el cuerpo y me ha abierto a géneros nuevos que antes me resultaban incomprensibles. Los psicodélicos "clásicos", LSD y hongos, han cambiado profundamente mi relación con la vida y con la muerte, la manera de entender la relación consciencia-cuerpo. Mi sensibilidad y apreciación por la naturaleza, desde luego no tienen nada que ver con cómo eran antes de probar el ácido. En la bajada de un viaje de 4-ACO-DMT estuve a punto de dejarlo todo y marcharme al campo. No es que fueran cosas que no tuviera ya pero desde entonces están desbloqueadas.


Entonces…

La influencia es mucha, pero no revierte de una manera directa sobre mis fotos. Siempre he tenido la sensación de estar haciendo "la misma foto" desde que empecé, y eso fue unos años antes de tomar un psicodélico por primera vez. Conociendo las pinturas de Alex Grey o la música de Shpongle tenía expectativas de alcanzar grandes momentos creativos o de inspiración con las drogas pero se ve que conmigo no funciona.
                                                                                            
Antes te has referido a tus prácticas de meditación. Háblemos de esto.

Quizás la meditación esté más conectada con mi obra. Llevo año y medio haciendo fotos con exposiciones de un mínimo de 30 segundos. Ese espacio de tiempo entre que el obturador se abre y se cierra lo aprovecho para meditar, para intentar traer la mente de vuelta a casa en vez de dejar que vague por ahí. También aprovecho igual los minutos de espera antes de poder bajar a hacer fotos.

Corrígeme si me equivoco, pero para el psiconauta más imaginativo, esta serie de túneles libera una característica estética muy palpable,  celular. Estas fotografías parecen emerger de sótanos y madrigueras a las que das un renovado esplendor. Quiero decir… en esta serie de túneles encuentro cierta sintonía de ecos y resonancias del K-HOLE.  ¿Estableces algún tipo de conexión entre aquel fenómeno psicodélico y tu serie de túneles?

Personalmente mis experiencias del M-Hole (porque siempre fueron con methoxetamina, no he probado la ketamina) no tienen nada que ver con imágenes de túneles. Los paisajes por los que flotaba eran diáfanos y con arquitecturas verticales y puntiagudas, siempre pensé que un arquitecto le hubiera sacado más partido que yo. Lo que más me interesa de las arilciclohexilaminas son las ECMs pero no he visto nunca ningún túnel. Lo de hole o agujero lo atribuiría más bien a la extremada dilatación temporal del viaje, parece que caes en un agujero temporal donde los minutos duran años y las tres o cuatro horas de viaje son milenios, parece que has muerto, no solo por la desconexión con el cuerpo, sino por todo el tiempo subjetivo desde que te vas hasta que vuelves. Pero los primeros borradores del proyecto son de hace cinco años, antes de haber experimentado con ninguna droga.

 Entonces, ¿qué tratas de evocarnos con estos paisajes subterráneos?

Cuando entro a los túneles no se lo que me voy a encontrar. Tengo la idea vaga de haber pasado en el tren mirando por la ventanilla pero siempre va demasiado rápido como para ver ningún detalle. Es una exploración y para mí el paisaje subterráneo es una metáfora de mirar dentro, dentro de uno mismo, en la propia consciencia. Es una cartografía del paisaje interior, lo veo como un paralelismo del trabajo personal que hice con los psicodélicos y que ahora hago con la meditación.

Oye ¿qué te parece la situación del arte contemporáneo en la actualidad?

La verdad es que no me queda mucho tiempo libre para estar al tanto de lo que pasa en el arte contemporáneo, no puedo darte una respuesta.


Y para finalizar, elige una banda sonora para esta serie de Túneles.

El Pájaro de fuego de Stravinsky o si quieres música contemporánea, cualquiera de estas:
Track 1-DJ Hidden "The Traveler"
Track 2-DJ Hidden "The Dreamer"
Track 3-Eye-D & DJ Hidden "Ascender"
Track 4-SPL & Eye-D "Another Realm"
Track 5-DJ Hidden "The Outsider Looking In"
Track 6-Forbidden Society & Current Value "Birth Cycle"
Track 7-The Outside Agency "Headphone Wisdom"
Track 8-The Outside Agency "The Solution"
Track 9- The Outside Agency & Current Value "They are human"
Track 10-The Outside Agency & Switch Technique "Senseless Society"
Track 11-The Outside Agency "The Flux Capacitor"

 Jaime Alekos ha expuesto en la Vava Gallery de Madrid, en el Monastery of Tibaes de Braga o la Scuola Holden en Torino. Con No Shelter (2010) y Bardo (2011), evoca su gran pasión por los estados alterados de conciencia. El próximo 6 de Junio inaugura una exposición colectiva en la galería de la Alliance Française (Cuesta de Santo Domingo 13, Madrid) donde le han otorgado la mención especial.

http://jaimealekos.com/index.php

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